domingo, 4 de agosto de 2013

Real Monasterio de Santo Domingo de Caleruega. Castilla y León



El Real Monasterio de Santo Domingo de Caleruega es uno de los corazones espirituales de Castilla pues su fundación –por iniciativa real- se realizó en el mismo solar donde nació Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Predicadores (más conocida como, simplemente, Orden de los Dominicos).

Como analizaremos en las próximas líneas, la visita a este lugar permite al turista darse un verdadero baño de historia y de arte.
 
Breve historia

Santo Domingo de Guzmán
 
Domingo nace en 1170 en Caleruaga (Burgos), en el seno de una familia noble y hacendada (los Guzmán y Aza), lo que le permite estudiar en Palencia y convertirse en un hombre de gran cultura teológica. Conoció y participó en el grave conflicto de la herejía cátara del sur de Francia, lo que le llevó a fundar la orden citada. En vida llegó a ser un personaje tan célebre que fue canonizado en 1234, sólo trece años después de su fallecimiento.
 
La primera iglesia dedicada a Santo Domingo
 
En el mismo año de la canonización de Santo Domingo, su hermano, el beato Manés, fundó una pequeña iglesia en el solar de las propiedades de las Guzmán, pero la vida monástica debería esperar algunas décadas hasta que floreciese en Caleruega.

El origen del monasterio

En la villa Soriana de San Esteban de Gormaz existía un monasterio denominado Santa María de Castros, perteneciente a una comunidad de monjas que se regían por la Regla de San Agustín, pero más tarde pasaron a convertirse, voluntariamente, en dominicas.

En 1266 Alfonso X el Sabio, devoto de Santo Domingo, dona a estas monjas dominicas de San Esteban de Gormaz el solar de Caleruega para que constituyan un nuevo convento, otorgándole,  también, el poder del Señorío de la villa de Caleruega. Nace en ese momento el llamado “Real Monasterio de Santo Domingo de Caleruega”.
 
Las construcciones medievales

Las obras de la nueva iglesia comienzan en 1297, durante el reinado de Sancho IV, que se ocupó con gusto de los deseos de su padre Alfonso X. Esta iglesia tuvo la advocación de Santa María y estaba formada por una sola nave, de la que queda buena parte de ella,

como más tarde comprobaremos y también se inician las obras del claustro y resto de dependencias clausúrales: sala capitular. refectorio, etc.
 
Las obras del siglo XVI

En el siglo XVI se decide construir un edificio más ambicioso para lo considerado en la época. El financiador fue Gabriel de San José, provincial de Nueva España. Para ello se suprime la iglesia de Mané de Guzmán y la cabecera de la iglesia gótica de Santa María, respetándose su nave, que quedará adosada a los pies de la nave renacentista.

También en esta campaña se construyó el segundo piso del claustro, igualmente de estilo renacentista, sobre el inferior del siglo XIII.
 
Arte y arquitectura

La iglesia de Santa María, del siglo XIII

Puesto que nada queda de la iglesia de Manés, el edificio monacal más antiguo que se conserva es la nave de la iglesia de Santa María.

Como indicamos anteriormente, este templo se inicia por iniciativa de Alfonso X el Sabio y su hijo Sancho IV para servir de iglesia para la comunidad de monjas del nuevo monasterio que acudieron desde San Esteban de Gormaz.
 
Aunque la reconstrucción del siglo XVI acabó con la cabecera, se conservó la nave para que sirviera de coro de las monjas. Este edificio es de piedra con cuatro tramos abovedados con crucería simple.
 
Uno de los elementos más interesantes de la iglesia medieval de Santa María es la puerta cegada que se conserva en el muro norte. Tiene cuatro arquivoltas muy agudas, con otras tantas parejas de de columnillas cuyos capiteles muestran mascarones humanos rodeados de hojas de parra.

La iglesia renacentista

Adosada al templo medieval por su parte oriental, la iglesia levantada en el siglo XVI por Fray Gabriel de San José tiene planta de latina, con una sola nave más transepto y cabecera cuadrada.

El interior es de una austeridad espartana, aunque es muy elegante la cúpula del crucero.

La puerta se encuentra en el muro norte y sintoniza con la sobriedad del resto del edificio. Es una estructura con vano adinterado rodeado de pilastras y superado por un pequeño templete rematado por frontón triangular y escudos.

Bajo el piso hay una cripta con un pozo ubicado en el lugar exacto donde nació Santo Domingo
 
El claustro y las dependencias claustrales
 
El claustro del Real Monasterio de Caleruega se inició en el siglo XIII y, a pesar de su carácter tardío, conserva un claro aire románico muy arcaizante. Está realizado completamente en piedra.
 
Las pandas se abren al enorme patio central mediante arquerías que son, todavía de medio punto y los apoyos, dobles columnas de fustes ochavados con capiteles estrechos donde se esculpieron espirales, serpientes, piñas, estrellas, cogollos florales, etc.
 


Los tramos norte, y sur y oeste fueron reformados en el siglo XVI por lo que las columnas son renacentista, pero en nada contrastan con las medievales pues siguen teniendo la misma estructura salvo por la decoración de los capiteles que sólo muestran bolas.

En el siglo XVI se añadió un piso superior de ladrillo mediante sencillos arcos de medio punto rebajado sobre pilares.
 
En las obras de restauración de finales del siglo XX aparecieron algunas puertas y restos de la sala capitular medieval en la panda este.

La sala capitular se comunicaba con el claustro mediante un vano apuntado y dos preciosos ventanales bíforos, uno a cada lado. Los fustes, en este caso, son cilíndricos al modo románico y los capiteles son casi lisos, con algunas bolas o piñas en los vértices. De nuevo, la estética es completamente románica, a pesar de lo tardío de su erección. El interior de esta sala está completamente renovado.
 
En el mismo muro de la panda oriental, hay tres puertas que unían el claustro con otras dependencias claustrales.
 
La colección museística

En dos de sus salas, el monasterio de Caleruega conserva piezas de gran interés histórico y artístico que no debemos pasar por alto. Algunas de ellas fueron traídas desde San Esteban de Gormaz por las primeras monjas, por lo que se trata de obras de gran antigüedad.
 
De todas ellas, destacamos:
 
Santa Catalina Mártir. Es una imagen de madera de comienzos del siglo XIII. Todavía conserva buena parte de su policromía.
 
Santo Domingo. Estatua magníficamente tallada en alabastro a finales del siglo XIV. También son visibles algunos restos del color con que se cubría la estatuaria medieval.
 
Conjunto de la Anunciación. Particularmente, pensamos que es lo más valioso del museo. Consta de dos grandes esculturas pétreas y policromadas de tamaño casi natural, correspondientes al arcángel San Gabriel y a la Virgen María. Son esculturas de la primera mitad del siglo XIII, del gótico francés que penetra en España por Castilla. Se sabe que fueron transportadas por las monjas dominicas desde su anterior emplazamiento soriano, por lo que no sería de extrañar que sus autores trabajasen en la catedral de El Burgo de Osma.

 
Pudieron pertenecer al tímpano de una portada. El caso es que son de gran belleza, elegancia de formas, donde se buscó deliberadamente la hermosura facial de los protagonistas
 
Otros aspectos de interés
 
Desde el pabellón superior, repleto de otras muchas obras museísticas que retratan la historia del cenobio, se tiene una contemplación soberbia del Torreón de los Guzmanes, que se encuentra en el medio del jardín del convento masculino de dominicos que se adosó, en pleno siglo XX (1950), al norte del Real Monasterio femenino.

Se trata de una fortificación defensiva, probablemente construida entre los siglos X y XI, al estilo del  famoso Torreón de Doña Urraca de Covarrubias.

El cuerpo inferior se abren ventanales bíforos con arcos de herradura de tradición prerrománica mozárabe.
 
La visita a Caleruega nos permite conocer otros lugares interesantes, como la iglesia parroquial románica de San Sebastián, que conserva la cabecera, la puerta del muro sur y una torre campanario con troneras ajimezadas.

 

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