De una sola nave, la cabecera es rematada en ábside semicircular con grandes ventanas y columnas.
Lo más destacable de este templo es la unidad de su construcción. Sillería granítica perfectamente escuadrada y ajustada y una gran riqueza de ventanas, columnas, contrafuertes, cornisas decoradas...
Parece como si el taller de constructores no se permitierán dejar muros vacíos y quisieran haber dotado a este monasterio de monjas un delicado y alegre rítmo constructivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario